San Cristóbal.- Era lunes, 14 de agosto de 2023, y el calor del mediodía se mezclaba con el bullicio del Mercado Viejo. Comerciantes, compradores y transeúntes llenaban la calle Padre Ayala, ajenos a que, a las 3:10 de la tarde, un rugido iba a cambiarlo todo.
En segundos, la vida se partió en dos: un tanque de gas licuado de petróleo, de unos 500 galones, estalló en las instalaciones de la empresa Vidal Plast S.R.L., desatando una onda expansiva que arrancó paredes, quebró vidrios a decenas de metros y encendió un infierno de llamas.
La columna de humo negro se elevó como un puñal al cielo, visible desde kilómetros.