Estados Unidos continúa con las represalias a los hutíes en Yemen por los ataques a buques en el Mar Rojo y en las últimas horas ha derribado una docena de drones preparados para su lanzamiento, así como seis misiles de crucero antibuque, informaron este sábado fuentes oficiales.
El Comando Central de Estados Unidos (Centcom, en inglés) detalló a través de la red social X que el destructor de la Armada estadounidense USS Carney atacó y derribó un vehículo aéreo no tripulado sobre el Golfo de Adén, sin que se reportaran heridos ni daños. Además, las fuerzas del Comando Central llevaron a cabo ataques contra cuatro vehículos aéreos no tripulados hutíes que estaban preparados para su lanzamiento.
"Las fuerzas estadounidenses identificaron los vehículos aéreos no tripulados en zonas de Yemen controladas por los hutíes y determinaron que presentaban una amenaza inminente para los buques mercantes y los buques de la Armada estadounidense en la región", señaló el Centcom.
Posteriormente, el destructor USS Laboon y los F/A-18 del Grupo de Ataque de Portaaviones Dwight D. Eisenhower atacaron y derribaron siete vehículos aéreos no tripulados sobre el Mar Rojo, en una operación donde tampoco se reportaron heridos ni daños.
El presidente estadounidense, Joe Biden, enfatizó en un comunicado que su país no busca un conflicto en Oriente Medio, pero advirtió que responderán de forma contundente a cualquier ataque. Estas acciones se suman a los bombardeos llevados a cabo por Estados Unidos contra objetivos en Irak y Siria en respuesta al ataque con dron de la semana pasada en el que murieron tres soldados estadounidenses.
El primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani, declaró tres días de luto nacional por la muerte de 16 personas, entre ellas civiles, en los bombardeos de represalia de Estados Unidos contra posiciones de milicias proiraníes en el oeste de Irak.
Los ataques estadounidenses han sido condenados por varios países, incluyendo Siria, Irak e Irán, este último advirtiendo que podrían "agravar las tensiones y la inestabilidad en la región".
Estados Unidos afirmó que estas medidas buscan proteger la libertad de navegación y garantizar la seguridad de los buques de la Armada y los buques mercantes en la región.
