Santo Domingo.- En Santiago Rodríguez, al norte del país y cerca de la línea fronteriza con el pais, se encuentra las líneas de producción de Industrias San Miguel (ISM), una empresa que no solo embotella refrescos, sino que aporta transformación y contribuye con el desarrollo de las comunidades aledañas.
Allí, ISM ha convertido la sostenibilidad en una forma de hacer crecer la empresa, y su impacto en el territorio se mide tanto en litros de sostenibilidad como en árboles sembrados, galones de agua entregados y poblaciones empoderadas.
De acuerdo con Katerina Añaños, directora corporativa de ISM en el país, desde 2019, la compañía ha invertido más de 130 millones de pesos en proyectos de sostenibilidad con enfoque social y ambiental.