Santo Domingo.- Juan Ariel Jiménez, vicepresidente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y exministro de Economía, advirtió que la reforma fiscal propuesta por el gobierno podría representar una reducción del 20% en los ingresos del dominicano promedio. El economista sugirió que, en lugar de imponer esta carga tributaria, el gobierno debería centrarse en reducir el gasto público improductivo y combatir la evasión fiscal.
En su artículo publicado en el Listín Diario y reproducido en Vanguardia del Pueblo, Jiménez explicó que la reforma afectará gravemente a las familias dominicanas, particularmente a la clase media, quienes verán un aumento considerable en sus gastos debido a los nuevos impuestos. Señaló que, si bien el gobierno presenta la reforma como inevitable, su verdadero objetivo parece ser aumentar el gasto público, en lugar de reducir la deuda o reformar el modelo económico actual.
Jiménez sostuvo que las medidas anunciadas no están alineadas con los objetivos de la Estrategia Nacional de Desarrollo, y que en lugar de mejorar la situación financiera del país, simplemente trasladan el costo a los ciudadanos. "Esta reforma no reduce los niveles de deuda ni cambia el modelo económico", enfatizó.
El economista propuso dos soluciones viables para enfrentar la situación sin necesidad de cargar a la clase media con más impuestos: la reducción del gasto público innecesario y un combate efectivo contra la evasión fiscal. Según Jiménez, la disminución del gasto en áreas no esenciales, junto con una reducción de la evasión del impuesto sobre la renta y el ITBIS, generaría los ingresos necesarios sin afectar a la población.
En su reflexión final, Jiménez planteó preguntas que buscan invitar a un debate más profundo: “¿Cuánto más puede soportar la clase media? y ¿cuánto tiempo más estamos dispuestos a aceptar que el gobierno siga mirando hacia otro lado en cuanto a sus propios gastos?".
Con estas interrogantes, el economista reafirmó la necesidad de un enfoque más responsable y eficiente por parte del gobierno, evitando que el peso de la reforma recaiga sobre los sectores más vulnerables de la población.