SANTO DOMINGO. – Los economistas Jaime Aristy Escuder e Isidoro Santana coincidieron en que República Dominicana necesita urgentemente una reforma fiscal, aunque consideran que la propuesta de modernización fiscal presentada por el gobierno es moderada y debe ser más ambiciosa.
Isidoro Santana, exministro de Economía, Planificación y Desarrollo, señaló que aunque la iniciativa del gobierno busca recaudar 122,000 millones de pesos adicionales, equivalentes al 1.5% del Producto Interno Bruto (PIB), esta cifra es insuficiente para cubrir las necesidades fiscales del país. “En general, lo presentado va en la dirección esperada, pero es mucho menos de lo que realmente se necesita. El gobierno debió plantear una reforma más ambiciosa”, sostuvo.
A pesar del impacto político negativo que suelen tener las reformas fiscales, Santana celebró la decisión del gobierno de someterla al Congreso y expresó su esperanza de que sea aprobada. “Es un paso importante. Ojalá se apruebe porque el país lo necesita urgentemente”, agregó. Asimismo, advirtió que los recursos proyectados por el gobierno no serán suficientes para resolver los problemas fiscales, destacando que solo el déficit fiscal actual asciende al 3.1% del PIB.
Impacto sobre los sectores más ricos
Por su parte, Jaime Aristy Escuder afirmó que la reforma tributaria afectará mayormente a los sectores más acomodados de la sociedad. Según Escuder, esta es la primera reforma desde 1992, bajo el gobierno de Joaquín Balaguer, que recaerá significativamente sobre los grupos de mayores ingresos. “Esta vez, el mayor impacto lo recibirán los ricos. Es la primera vez desde Balaguer en 1992 que veo un cambio de este tipo en el sistema de beneficios impositivos”, señaló.
Con su experiencia en reformas anteriores, Escuder explicó que la carga tributaria de esta reforma será asumida principalmente por aquellos con mayores ingresos, ya que son quienes más consumen y más se benefician de las leyes de incentivos. Detalló que los RD$122,000 millones en ingresos adicionales proyectados provendrán mayormente de estos sectores.
El economista también destacó la persistencia de un déficit fiscal cercano al 3% del PIB durante los últimos 20 años, lo que ha generado un aumento continuo de la deuda pública. En este contexto, sostuvo que la reforma fiscal es esencial para estabilizar las finanzas públicas.
Aunque consideró la propuesta gubernamental como moderada, Aristy Escuder concluyó que el gobierno ha sido cauteloso al buscar solo un 1.5% del PIB en ingresos adicionales, calificando la reforma como “pequeña” en comparación con lo que realmente se necesita para enfrentar los desafíos fiscales de la nación.
