En medio de una profunda crisis política y social en Haití, el líder golpista Guy Philippe irrumpió sorpresivamente en Puerto Príncipe este martes, sumándose a las masivas protestas que exigen la destitución del primer ministro Ariel Henry. La tensión en el país caribeño ha alcanzado niveles alarmantes mientras la población se moviliza para reclamar un cambio de liderazgo.
Philippe, quien desempeñó un papel central en la rebelión de 2004 contra el ex presidente Jean-Bertrand Aristide, fue avistado brevemente en la lujosa comunidad de Pétionville, donde estrechó manos con ciudadanos en un parque frente a una estación de policía antes de retirarse. Su presencia ha generado gran conmoción, especialmente después de que el líder golpista llamara a una rebelión para destituir al primer ministro el 7 de febrero, fecha tradicional para las investiduras gubernamentales en Haití.
La convocatoria de Philippe se suma a las manifestaciones en todo el país por segundo día consecutivo, donde miles de personas exigen la renuncia inmediata de Ariel Henry, quien asumió el cargo después del magnicidio en julio de 2021. La población haitiana, atrapada en una espiral de violencia y caos, ha acudido en masa a las calles de Puerto Príncipe y diversas ciudades de la provincia para hacer oír su voz.
Las protestas, que inicialmente surgieron como una muestra de descontento hacia el gobierno interino de Henry, han evolucionado hacia un movimiento masivo que exige elecciones generales y un cambio radical en el liderazgo político del país. En medio de enfrentamientos violentos con la policía, los manifestantes han denunciado represión y abusos por parte de las autoridades, exacerbando la tensión en las calles.
El 7 de febrero, fecha simbólica en Haití que marca el final de los gobiernos interinos, se perfila como un día de gran tensión mientras se esperan nuevas manifestaciones en todo el país. La comunidad internacional ha observado con preocupación la situación en Haití, el país más pobre de América, donde la inseguridad alimentaria y la pobreza extrema afectan a millones de personas.
En este contexto volátil, la presencia de Guy Philippe agrega un elemento adicional de incertidumbre a la crisis política y social que enfrenta Haití. Con barricadas en llamas, enfrentamientos violentos y un clamor generalizado por un cambio de liderazgo, el futuro del país caribeño permanece envuelto en la incertidumbre mientras la población continúa luchando por sus derechos y por un futuro más justo y próspero.